sábado, 4 de marzo de 2017

Scars.

Marzo otra vez.
Otra vez tu cumpleaños.
Y, otra vez, no sé qué decir.
Llevo mucho tiempo sin decir nada de ti.
Ni siquiera a mi cuaderno,
ni siquiera a mi reflejo,
ni a mí guitarra,
ni a la puerta del baño de algún antro perdido.
Suena Scars y no me considero digna
para hablar de cicatrices.
Llevo una desde hace años
que nunca he aprendido a curar.
Tiene razón James Bay:
quizás nunca podré dejarte ir del todo
hasta que vuelva a abrazarte una vez más
y sentirte helado después de todo este tiempo.
Y, para mi desgracia,
eso no creo que ocurra.
O para mi suerte,
que probablemente no sería capaz de soportar
el volver a decirte adiós.
Realmente,
no sé que pasa cuando llega tu día,
si te recuerdo a ti,
o nos recuerdo,
o me doy cuenta
de que ya no soy la misma niña tonta
que un día no supo arriesgar.
Cuánto han cambiado las cosas.
En el viejo pueblo
donde las carreteras se nos hacían cortas
para perder tanto el rumbo
ya no se ven las mismas caras
(o eso me han dicho).
Y, desde que me fui,
quedó un vacío en algunos corazones
que no se llena ni con los trozos sobrantes
de los huecos que el mío se llevó de allí.
Me gustaría saber si llenaste tu corazón,
que un día dijiste imposible de recomponer.
Si olvidaste ya ese sentimiento
que para mí no tuvo sustituto.
Si, como yo,
todavía te acuerdas de mí
cuando llega mi cumpleaños
y también callas,
como llevamos años haciendo.
Silencios.
Qué necios somos
y seguiremos siendo.
Si, en el fondo, sabemos
que hay un primer amor
que nunca se olvida.
Que hay historias que terminan
sin un "Fin".
Que todavía no podríamos
mirarnos a la cara
sin ponernos a temblar.
Que te escribí hace tiempo
lo que pasaría
si te tuviera frente a frente
y, ahora que dejé de mentirme a mí misma,
sé que me daría cuenta,
como dice la estúpida canción
que sigue sonando mientras te escribo,
de que ya no puedo vivir más sin ti.
O sin lo que era contigo.
O sin lo que éramos juntos.
Creo que no me haces falta tú,
si no alguien como tú,
algo como aquello.
Y es que ya no es echar de menos...
es una cuestión de olvido o muerte.