martes, 25 de julio de 2017

Para seguir andando.

Tantas historias a la espalda
que me duele una canción
por cada nombre.

Que me revientan las venas
con cada verso
que me dedicaron
o quisieron dedicarme
pero no hubo más tiempo.

Tantos días sin llamarles
que aprendí a vivir del aire
para dejar de vivir del alma.

Que se oxidaron los números
de aquel teléfono viejo
que no quise utilizar
por miedo a notar
que el tiempo también pasó por mí.

Tantas noches sin dormir
que se me caen los párpados
para dejarme más ciega.

Que no tengo cura
ni con somníferos
a este despertar agonizante
que me enseña una realidad
que no quiero ver.

Tantos recuerdos destrozados
que son difíciles de creer
si no los has vivido.

Que necesitan ser llorados,
y reídos,
y extrañados
una vez más

si quiero seguir andando.