sábado, 28 de noviembre de 2020

Disfruto de ti.

Disfruto de ti.

Porque sabes hacer

de la vida un juego.

Porque te ríes

cuando me río

y te extraña

no verme reír.

Sé que disfruto de ti

porque te resulta raro

no verme feliz.

Disfruto de ti

porque no me siento menos,

porque no tengo miedo

a decir lo que siento,

lo que pienso,

lo que soy.

Disfruto de ti

porque no me hace falta

nada más que los 5 minutos

que sacas de cualquier parte

para venir a decirme al oído

que 5 minutos no te llegan a nada.

Disfruto de ti,

de tu desastre,

de estar sólo disfrutando,

de lo fugaz,

de tus ganas,

de tu locura.

Disfruto porque eres tú,

sin complejos

y sin vergüenza.

Eres un sinvergüenza.

Pero yo no nací

para la decencia.



















miércoles, 25 de noviembre de 2020

Más de lo que pensaba.

No pensé

que podría sentirme traidora

sin fallar ni a una sola de mis palabras.

Que me agarraría fuerte

otra mano 

y notaría cómo si quemase.

Que al recibir otros besos

estos iban a saber amargos.

No pensé que te ibas a ir 

y te fuiste.

Y me quedé sin pensar.

No pensé que me rozaría el pecho

un latido

que no fuese el tuyo

nunca más.

Que te iba a seguir queriendo

incluso el día que estallase de rabia

al escuchar tu nombre.

No pensé que me costaría tanto

dejarte ir.

Yo que nunca me aferré a nada.

Soy de soltar.

Y no puedo.

Porque no pensé que llegaría

a quererte tanto

y hoy sé

que te quiero más

de lo que pensaba.


lunes, 9 de noviembre de 2020

Autocuidado.

Aunque algunas veces

necesite una tila para dormir.

Aunque tenga frío

bajo las sábanas.

Aunque estos días

no pueda abrazar

a todas las personas

que me gustaría.

Aunque sienta lejos

su risa,

aunque sólo les vea los ojos

si me las cruzo

al pasar.

Aunque nos pueda la desgana

y el miedo se quiera apoderar

de nuestros únicos minutos

de gloria.

Me tengo a mí.

Me vuelvo a sentir.

Y me basto.