domingo, 19 de enero de 2020

Estoy bien.

Mi horóscopo dice
que tendré una mala semana
y,
por primera vez,
no le dejo engañarme.

No me gustan los domingos
si no estoy en casa,
me ponen de mal humor
y quiero tirarme en cama
abrazando la almohada.

Sabes que hay veces
que se me cruza el cable
y no estoy para bromas,
que me cuesta poner buena cara
cuando me despierto
con el pie izquierdo.

Pero aunque no tenga el día
y sea domingo
y esté lejos de casa,
por alguna razón
no he parado de reír
desde que me desperté.

Y sé que no es mi día
y no será mi semana
pero me siento bien.
Escucharte me hace bien.
Y mientras tenga eso,
estaré bien.

Mientras te tenga cerca,
estoy tranquila...
vamos a estar bien.

sábado, 11 de enero de 2020

Instantes.


Difícil asumir
que nunca más
en la vida
me volveré a sentir así.

Cada momento
irrepetible
se nubla en mi mente
y da paso a nuevas formas
de ver lo que me rodea.

Habrá nuevas emociones
y el reloj seguirá girando
alrededor de un eje
que tira de mí.

Yo que aún le tengo miedo al tiempo
y no puedo ni pensar en perderlo.

Tal vez mañana
sea diferente
y se despierte algo en mí
que me lleve de vuelta al camino.

Pero hoy sigo aquí,
pensando que sólo hay un ahora
y que nunca voy a volver a sentir
el vértigo de este preciso instante.

viernes, 10 de enero de 2020

Cimientos.

La risa de quién no tiene
nada que perder,
unos buenos días por la tarde.
Un cuaderno lleno de sueños,
los ojos cerrados para despertar.
Me tienden la mano
aquellos con mochilas llenas
y carteras vacías.
Tiene una llamada perdida,
viene de cerca del mar.
Tropiezos que llevan a aciertos,
planes de futuro
que no llegan a más
y acaban siendo parte
de un presente indescriptible.
Confianza ciega
y una vida en mis manos,
abrazos de amor de niña,
complicidad secreta.
En busca de la felicidad
encontramos compañía,
el tiempo es oro
y este momento también.
Cuatro cervezas me echan de menos,
la quinta tendrá que esperar.
Familias que se escogieron
y sangre hecha amistad.
Mi sonrisa si le miro,
su mirada al sonreír,
ser feliz si es que lo es.
Que, al final, tendrás razón:
uno no se puede quejar.