como siempre,
y me duele el pasado.
No quiero olvidarte
y me come el presente
que estamos construyendo
para no caer en el olvido.
Que llegaste tú
y lo demás no importó.
Se caen de mi boca
todos los nombres
vacíos
con los que intenté
contar historias
que quedaron sin final.
Somos futuro
y no
queremos
verlo.
Acepto el desafío
y vuelvo a caminar despacio,
a tu ritmo,
corto mi vuelo.
Prometí no dejar de volar por nadie
pero me pesan las alas
si te dejo atrás.
Sólo abrázame muy fuerte,
quítame las pesadillas
que suben por mi columna vertebral,
que luego no duermo
al no poder pensar en ti.
Somos caos,
desastre,
catástrofe
y odisea.
Pero sólo así habrá catarsis.
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