domingo, 29 de marzo de 2020

Eu.

Son filla do mar 
e irmá do vento.
As ondas do Atlántico
avalan o caos do meu vivir.

Estou acostumada a ser de grises
pois nunca vemos o ceo branco,
pero tampouco negro.
Aprendín a buscar cores
en medio da monotonía
das treboadas.

Así medramos entre silvas
e toxos
que pinchan como agullas
se os tocas,
mais se os observas afloran
alumeando os sendeiros.

Son esa dualidade constante
que nos caracteriza.
A pregunta como resposta,
a retranca do vello
e a lareira acendida.

Todos os camiños
levan a Compostela
e non o podemos evitar.
Cansa xa de explicar
a palabra morriña
a quen non a pode entender.

Os bardos do pobo
seguen cantando,
estea onde estea.
Escoito as queixumes dos pinos
e a alma ergue o puño.

Que aínda que domine 
todas as miles de linguas
que enriquecen este planeta,
cando fale comigo,
cara adentro...
eu sempre serei eu.

miércoles, 25 de marzo de 2020

Punteras.

Hay días en los que se junta todo
y no sabes cómo reaccionar.
Amor y desamor a destiempo.
Todo por tu parte.
Todo de su parte.

Hay días en los que te hace falta
quién ya no está,
ni siquiera,
en este mundo.
Y no siempre es fácil caminar
cojeando.

Hay días tan jodidos...
que necesito abrazarte.
Pero tú ya no eres tú
y yo,
yo te necesito a ti.
Quizás,
los días jodidos
no son tan jodidos.
Pero se junta todo
y qué liada.

Hay días que te comen por dentro,
te reclaman más
y yo ya no sé que más puedo dar.

Hay días que nada me parece suficiente
aunque haya entregado
hasta las entrañas.
Y pienso
¿qué puedo hacer yo
siendo nadie
en este mundo
que me pide que sea alguien?

Hay días que me escuchan cantar
y canto triste.
Aunque no quiera.
Estoy bien.
Al fin y al cabo,
estoy bien.
Pero necesito
sacar mis punteras
y bailar "la última canción".
Y cuando me sostengo en las puntas de mis piés
es que algo no va bien,
aunque todo vaya bien.

Y hoy,
hoy suena el piano.