martes, 14 de julio de 2020

Ya ni escribo.

Últimamente no escribo
porque todo iría
en la misma dirección.

Vuelvo a sentir
como si todas mis piezas
volviesen a estar en su lugar.

No me armaste tú.
Me diste seguridad
para poder aceptar
que estaba completamente desarmada.
Y desde ahí,
recomponerme por mí misma.

Años pensando
que yo era el problema,
y llegas tú para hacerme ver
que el único problema
es que siempre fui la solución
(pero no para mí).

Y eso
lo agradeceré
toda la vida.

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