miércoles, 26 de agosto de 2020

Me rindo.

Me quiero rendir de una vez.

Yo que nunca soy vencedora

porque siempre me retiro

antes de ganar.

Esta vez me cuesta rendirme.


Pero quiero.

Quiero rendirme

porque no le veo sentido,

porque hay mil razones

por las que podría salir mal.


Porque me comerá tu monotonía,

te asustará mi tormenta,

porque te necesitaré cerca

y tu disparo es de larga distancia.

Siempre seré torpe

en palabras,

acciones 

y piedras.

Y tú no soportas la imperfección.


Sé que nunca seré suficiente,

que nunca me sentiré

suficiente,

que no eres capaz de darme

la seguridad

que te pedí.


Y por eso bajo mi bandera

esperando poder pronunciar

las palabras mágicas:

me rindo.

Y poder

empezar de cero

una vez más.

miércoles, 19 de agosto de 2020

Destino, truco o casualidad.

Me flipa la sensación
de abrir los ojos
y tenerte delante.

De que decidas,
un día más,
entre tanta locura
intentar descifrar la mía.

No sé cómo llegamos hasta aquí
pero me ha encantado cada paso.
Cada miedo
y cada seguridad.

Estoy disfrutando de cada minuto,
porque todo acaba
y no quiero perdérmelo.

Tú no crees en el destino
y yo no creo en las casualidades.
Pero empiezo 
a planificar los resultados
y tú estás dejando
de trucar los dados
y confiando en que el azar
esté de nuestro lado.

Al final me conformo
con que,
destino,
truco
o casualidad,
puedas seguir siendo
lo primero que veo al despertar.

domingo, 2 de agosto de 2020

Buenas noches.

Buenas noches.

Te lo digo en serio.

Tan en serio como los buenos días
y las buenas tardes.

Como todas la veces
que en mi mente deseo
que todo lo que venga para ti
sea bueno,
aunque no te lo diga.

Y sé que lo digo en serio,
precisamente,
porque siento con toda mi alma
que quiero que todo te salga bien
aunque no te salga conmigo.