Me quiero rendir de una vez.
Yo que nunca soy vencedora
porque siempre me retiro
antes de ganar.
Esta vez me cuesta rendirme.
Pero quiero.
Quiero rendirme
porque no le veo sentido,
porque hay mil razones
por las que podría salir mal.
Porque me comerá tu monotonía,
te asustará mi tormenta,
porque te necesitaré cerca
y tu disparo es de larga distancia.
Siempre seré torpe
en palabras,
acciones
y piedras.
Y tú no soportas la imperfección.
Sé que nunca seré suficiente,
que nunca me sentiré
suficiente,
que no eres capaz de darme
la seguridad
que te pedí.
Y por eso bajo mi bandera
esperando poder pronunciar
las palabras mágicas:
me rindo.
Y poder
empezar de cero
una vez más.
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