lunes, 15 de marzo de 2021

No dejas de brillar.

Nunca tuve el valor de ir hasta allí.

No tuve el valor de decirte adiós.

Supongo que no soy tan valiente

como la gente piensa.

Las personas que me conocen

saben que no soy tan fuerte.

Que mi capa de seguridad

es un cristal tan frágil

como el de una copa de vino.

Aún así,

la mantengo.

Hasta que se rompe,

parece sólida,

y esa ilusión me protege.

Nunca tuve el valor de enfrentarme

a las lágrimas.

Te veo en cada esquina,

y no tengo el valor de dejar de hacerlo.

Dicen que sólo se va

quién se olvida.

A veces,

me siento culpable

porque quiero que te vayas.

Porque me duele más vivir viéndote

que dejarte ir.

Pero entiendo que no está en mi mano

romperme el corazón a mí misma.

Ya han pasado muchas lunas

y ninguna me ha hecho dejar de imaginarte

en cada estrella.

Incluso en las noches

menos despejadas,

tú no dejas de brillar.

Como lo hacías cuando estabas aquí.

Siempre serás la luz de nuestras vidas.

Pase

el tiempo

que pase.

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