jueves, 4 de febrero de 2021

Piratas.

Carretera.

Ahora conduzco yo.

Ya no me parece que sea demasiada velocidad

cuando soy yo quién la excedo.

Odio cuando,

en el fondo de mis recuerdos,

te escucho cantar por detrás de la música

como si estuvieses a mi lado.

Tu voz resuena

y las canciones

que fueron nuestras,

vuelven a dejar

de ser tan sólo mías.

Dijiste que sería tu copiloto

siempre que quisiese,

pero se nota que cambiaste de idea

y ahora navegas solo.

La vida pirata es la vida mejor.

Nunca pensé que diría eso,

igual que no pensé que lo escucharía

en ese tema día tras día

para sentirme cómoda al volante.

Era tanto, 

tanto,

tanto...

Te quise tanto.

Y hoy me noto tan diferente.

Me reconstruí de las ruinas

que dejaste.

Y me noto helada.

Ya no sufro por nada.

No sé cómo lo conseguiste.

Que nunca tuve ganas 

de no haberme cruzado con alguien

hasta hoy.

Que nunca me sentí tan poca cosa,

tan poco importante,

tan poco valorada,

tan insignificante.

Que siendo tanto,

tanto, 

tanto,

gracias a ti

no quedó

ni un solo poquito.


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