en un lugar dónde nunca encontré nada.
Descubro nuevos caminos,
quiero cerrar el paso al lugar
de dónde vengo.
Pero no puedo.
Y veo otros ojos
y quiero mirarlos
y sentir algo
y querer quedarme en ellos.
Y no quiero.
Es que no quiero quedarme.
Porque no me valen
los ojos que miré antes,
ni los que miro,
ni ninguno de los que podría mirar
a mi alrededor.
No me vale nada.
Nunca me había pasado
pero no
me vale
nada.
No sé por qué
te atravesaste
y juro
que no
buscaba nada
hasta que te vi
y desde entonces
sólo te encuentro a ti.
Y hoy quiero cerrar la puerta.
Porque no me encuentras.
Porque no me buscas.
Y yo no quiero encontrarte más
sin buscarte.
Así que cierro
con llave
para no volver a salir
a chocarme contigo
en cualquier esquina.
Cuando está claro
que esos ojos
en los que me pierdo
ni siquiera
me van
a mirar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario