y ni siquiera tenía
miércoles, 15 de diciembre de 2021
Trenes.
y ni siquiera tenía
Conocerte.
Me gusta conocerte,
cada día un poco más.
Y ver cómo voy sabiendo
cómo funcionas
en cada momento.
Dónde están los interruptores
para hacerte reír,
o para calmarte,
o para que te vuelvas loco.
Porque sé que, si digo
algo feo aunque sea en broma,
te enfurruñas
y pones carita de pena
para que te diga algo bonito.
Que cuando te rozo
te entran las cosquillas
y me pides por favor
que no te deje en evidencia.
Porque sé que
cuando te ríes de verdad,
abres un poco la boca
y asientes con la cabeza.
Y también que,
a veces,
no sonríes así
porque la sonrisa es falsa
y es sólo porque sabes
que verte sonreír me hace sonreír a mí.
Sé que te gusta ir con tiempo,
que cada cosa esté en su lugar,
que con mi caos desordeno todo
y eso te pone nervioso.
Pero también que,
cuando me miras,
y observas el desorden,
sólo niegas con la cabeza,
sonríes para ti mismo,
y te preguntas por qué tuve que ser yo.
Y yo no sé por qué tuve que ser yo,
ni por qué tuviste que ser tú.
Pero cuanto más te descubro,
más quiero explorarte.
Y quiero que sigas siendo tú,
hasta que tenga claro
el por qué de cada uno de tus gestos.
martes, 23 de noviembre de 2021
Mentiría.
Mentiría si te dijera
que podría pasar cien días sin hablarte
y no estaría pensando en ti
cada puto minuto de los cien días.
Mentiría si te dijera
que no tengo mil cosas más importantes que hacer,
que atender,
que vivir,
que soñar,
y que no las cambiaría todas
por hacerte sonreír.
Mentiría si te dijera
que todo sigue igual
a lo que era antes de ti,
que no ha cambiado nada,
que soy la misma,
que percibo lo mismo,
que siento de la misma forma.
Mentiría si te dijera
que quiero seguir caminando sola,
que serás alguien pasajero
y que te puedo olvidar.
Pero
(no sé si es suerte o desgracia)
yo no sé mentir.
Y por eso hoy te digo
que te quiero siempre en mi vida,
a la que le has dado la vuelta.
Y que,
con tal de hacerte sonreír,
te dejaría escritos cien poemas
por cada día que estuviese lejos de ti.
domingo, 14 de noviembre de 2021
Prioridades.
Hay miles de cosas
que me dan felicidad.
Unas pocas
que necesito.
Y contadas
sin las que no podría vivir.
Quizás no sabes todavía mis prioridades,
porque aún las estás descubriendo.
Te explico:
Entre las primeras
cuento escuchar historias
de personas felices,
tocar la guitarra y cantar a gritos.
observar cuadros abstractos
y leer poesía desordenada,
correr por el monte
e inventarme un juego absurdo
con cualquier cosa que tenga alrededor.
Las segundas
incluyen cogerme un avión de vez en cuando,
escuchar un acento diferente,
que el aire se respire diferente,
poner el pie en un lugar en el que no estuve nunca.
Acampar en medio de un bosque
lleno de ruidos de animales.
Salir a respirar sola
cuando estoy en medio de mucha gente,
olvidarme del paso del tiempo
y mucho café por las mañanas
cuando no puedo dormir bien.
Y las terceras...
las terceras son contadas.
Son esas que esperas hacer toda la vida.
Porque sin ellas,
no tiene sentido.
Aunque no tengas lo que simplemente te hace feliz,
o lo que realmente necesitas,
si tienes estas cosas imprescindibles,
no hace falta nada más.
Escuchar a mi gente reír a carcajadas,
una partida de cartas con la familia,
y, desde que apareciste,
también despertar a tu lado.
Y ojalá que ninguna de esas
me falte nunca.
miércoles, 27 de octubre de 2021
Me la has liado.
No sé
qué me has hecho.
Soy
eso que dije
no ser.
Veo partes de mí
que dije
no tener.
Siento
lo que dije
no ser capaz de sentir.
Todo era miedo.
A no ser suficiente.
A perder.
A hacerme daño.
A no saber cuidar de nadie.
Hace años,
murió algo
dentro,
en mi pecho.
Perdí la capacidad
de dejarme querer.
Aseguré que nunca más
dependería de nadie
y,
sobre todo,
que nadie dependería de mí.
Ni un mínimo.
Ni el poquito
que codependes de alguien
que ha tomado
la decisión de quererte.
Pero dejé de ser cobarde
cuando apareciste tú.
Me la has liado
y me la has liado parda.
Me dio miedo el primer beso,
me dio miedo desnudarme
(incluso sin hablar de ropa),
me dio miedo el primer te quiero
y me dio miedo la primera vez
que sentí que era alguien para ti.
Todo fue miedo.
Una vez más.
Y ahí,
en medio del miedo,
te brillaron los ojos
y sonreíste
(sin saber muy bien por qué).
Y en ese momento
yo,
por ti,
me hice valiente
otra vez.
martes, 12 de octubre de 2021
Llovizna.
Prometí no volver a escribirle a nadie
pero hay personas que,
en mente de poeta,
sin querer
se hacen poesía.
Y no soy nadie
para tirar las palabras.
Y llevas creando versos
en mi cabeza
más tiempo del que puedo admitir.
No fue instantáneo
como el primer relámpago de una tormenta,
ni fugaz,
como una estrella en noche despejada.
No fuiste ni tormenta,
ni calma.
Fuiste una noche de lluvia tenue,
la que te cala los huesos.
La que no parece tan buena noche
pero,
a medida que pasan las horas,
no quieres dejar de escuchar
el sonido de las gotas tocando en tu cristal.
Así fuiste.
Y me encanta la lluvia,
pero me enseñaste que no siempre
tiene que venir con una tormenta.
Que no siempre necesito calma
cuando por dentro exploto.
Necesito las melodías del agua.
Qué suerte que llovieras.
Y que me guste como suenas.
viernes, 1 de octubre de 2021
Luz.
domingo, 15 de agosto de 2021
Autoservicio.
No necesito a nadie
para desplegar mis alas,
aunque a veces pesen
o se queden atrancadas.
No necesito a nadie
para llegar a la cima.
Yo camino,
yo escalo,
yo me abro la senda
por la que quiero ir.
No necesito a nadie
para sentirme completa,
pues noto cada una de mis piezas,
siento el encaje,
no me falta ninguna.
Conmigo me basta
para armar el puzzle.
No necesito a nadie.
Deja el cucharón tranquilo
que,
en esta vida,
miércoles, 30 de junio de 2021
Te brillen los ojos.
Si somos,
o no somos.
Si nos queremos,
o no nos queremos.
Si tenemos
o no tenemos
algún tipo de remedio.
No me importa.
Lo único
que busco
es que,
todos los días de tu vida,
te brillen los ojos de felicidad.
Igual que cuando me miras.
Pero siempre,
aunque yo no esté.
lunes, 21 de junio de 2021
Tu batalla.
Me comen mis propios demonios.
Y me abrazan
brazos nuevos.
Y no siento nada.
Lloro de madrugada.
Y me llaman a las tantas.
Y dicen que todo va bien.
Pero no me calma.
Sonrío de forma triste.
Y sonríen otros labios a centímetros,
y me hacen sonreír,
porque sé que es lo esperado.
Aunque no me late el pecho,
no me late como antes.
Noto otros dedos
acariciándome el hombro.
Y no me sanan.
Porque me despierto por la mañana
y,
si no te veo a ti,
no se me cierra la herida,
no se me vuelven las ganas.
Aunque vea otros ojos claros,
aunque sienta calor,
aunque sienta paz...
a veces daría todo
por sentir tu frío
y tu batalla.
viernes, 4 de junio de 2021
Autonomía.
Cojo el lápiz
para borrar los últimos versos.
Vuelvo a ser dueña de mí.
Me siento.
Me busco.
Me encuentro.
Todas las páginas malgastadas,
se rompen ahora en pedazos.
No voy a permitirme
volver a dudar de mí:
eso es un privilegio estructural.
Porque una vez duda
alguien como yo,
el sistema es una apisonadora.
Así que camino.
Porque alguien tenía
que caminar.
Y no vas a ser tú
quién me diga que no empiece.
jueves, 27 de mayo de 2021
Destellos.
Acabo de volver a sentir
cómo los ojos me brillaban.
Desde el día que te conocí
nadie que no fueras tú
había provocado ni un destello.
Se siente raro en las pupilas.
Acostumbrada al color
de tus destellos,
eléctrico,
fuerte,
llamativo...
este es como una inyección
de oxígeno.
Y me ayuda,
eso de respirar,
me ayuda.
Poder relajar el pecho,
coger aire
y ver cómo siempre,
pase lo que pase,
hay un nuevo punto de salida
y se puede volver a empezar.
sábado, 8 de mayo de 2021
Última vez.
Me siento pequeña.
¿Será esta
la última vez que sienta?
Puede ser.
Tengo miedo.
Me siento muy pequeña.
Mejor
no sentir.
martes, 20 de abril de 2021
Desesperación.
No sé cuántos
putos
poemas
más
te voy a escribir.
Es que estoy desesperada.
Realmente no sé
qué sentir,
qué hacer,
qué decir.
Me mata no saber,
si estás bien,
si me vas a olvidar,
si estás arreglando
tu cabecita loca.
Me dan ganas
de plantarme en tu portal,
de gritarte a la ventana,
de escuchar un "te quiero"
de tu boca
aunque sea una vez más.
Pero sé que
sólo me queda
esta libreta
y esta tinta.
Y que el momento
siempre fue ahora,
pero ahora
aún no es el momento.
domingo, 18 de abril de 2021
Después de ti.
Seguiré escribiéndote,
por si de casualidad me lees.
Hasta que volvamos a estar
frente a frente,
te contaré mis miedos,
mis sueños,
aventuras
y desventuras.
Como hasta ahora.
Te contaré cómo crezco
cada día un poquito
como persona.
Y cómo todo lo que hice mal,
no vuelve a pasar.
Porque esta vez merece la pena
pensar cómo hacerlo mejor.
Por todo lo que me quisiste
y lo que me quiero yo
después de ti.
sábado, 17 de abril de 2021
Esperar.
Esperar
es ganar tiempo.
Mejorar,
crecer,
aprender.
Cada uno por su lado.
Esperar
nos da otra oportunidad.
Cambiar,
descubrir,
construir
y deconstruir.
Esperar
para que algún día
podamos volver
a ser.
martes, 13 de abril de 2021
Ya no puedo.
Y a pesar de todo
lo que tú
o yo
hayamos podido hacer mal,
te quiero.
Te quiero,
te quise
y te querré.
Y me rompe el alma
sentir que no te puedo querer más.
Que ya no puedo.
Nunca más.
Porque te habría querido
hasta el fin del mundo.
Hasta verme con un vestido blanco
o de la mano
de dos niñas con tus ojos.
Te habría querido
en tus días malos
y en tus días buenos.
Pero hay cosas que se quiebran,
y no se recomponen más.
Y lo nuestro se quebró.
Y me duele.
Me duele.
Pero no quiero quererte más.
No puedo.
martes, 16 de marzo de 2021
Perderte.
lunes, 15 de marzo de 2021
No dejas de brillar.
Nunca tuve el valor de ir hasta allí.
No tuve el valor de decirte adiós.
Supongo que no soy tan valiente
como la gente piensa.
Las personas que me conocen
saben que no soy tan fuerte.
Que mi capa de seguridad
es un cristal tan frágil
como el de una copa de vino.
Aún así,
la mantengo.
Hasta que se rompe,
parece sólida,
y esa ilusión me protege.
Nunca tuve el valor de enfrentarme
a las lágrimas.
Te veo en cada esquina,
y no tengo el valor de dejar de hacerlo.
Dicen que sólo se va
quién se olvida.
A veces,
me siento culpable
porque quiero que te vayas.
Porque me duele más vivir viéndote
que dejarte ir.
Pero entiendo que no está en mi mano
romperme el corazón a mí misma.
Ya han pasado muchas lunas
y ninguna me ha hecho dejar de imaginarte
en cada estrella.
Incluso en las noches
menos despejadas,
tú no dejas de brillar.
Como lo hacías cuando estabas aquí.
Siempre serás la luz de nuestras vidas.
Pase
el tiempo
que pase.
jueves, 4 de febrero de 2021
Piratas.
Carretera.
Ahora conduzco yo.
Ya no me parece que sea demasiada velocidad
cuando soy yo quién la excedo.
Odio cuando,
en el fondo de mis recuerdos,
te escucho cantar por detrás de la música
como si estuvieses a mi lado.
Tu voz resuena
y las canciones
que fueron nuestras,
vuelven a dejar
de ser tan sólo mías.
Dijiste que sería tu copiloto
siempre que quisiese,
pero se nota que cambiaste de idea
y ahora navegas solo.
La vida pirata es la vida mejor.
Nunca pensé que diría eso,
igual que no pensé que lo escucharía
en ese tema día tras día
para sentirme cómoda al volante.
Era tanto,
tanto,
tanto...
Te quise tanto.
Y hoy me noto tan diferente.
Me reconstruí de las ruinas
que dejaste.
Y me noto helada.
Ya no sufro por nada.
No sé cómo lo conseguiste.
Que nunca tuve ganas
de no haberme cruzado con alguien
hasta hoy.
Que nunca me sentí tan poca cosa,
tan poco importante,
tan poco valorada,
tan insignificante.
Que siendo tanto,
tanto,
tanto,
gracias a ti
no quedó
ni un solo poquito.
domingo, 31 de enero de 2021
Que quede todo atrás.
viernes, 22 de enero de 2021
jueves, 14 de enero de 2021
Volver.
Me preocupa
que ya pase de medianoche
y yo sólo tenga tu cara
en mi mente.
Fuiste tantas primeras veces...
y las que no fuiste tú,
fue como volverlas a hacer contigo
por primera vez.
No había sentido antes
al despertar al lado de nadie
lo que sentí
uno de los primeros días
que desperté a tu lado.
Y hoy sólo quiero que vuelvas,
que me digas que nos equivocamos
pero ya no volverá a ocurrir.
Quiero volver a despertarme a tu lado,
decir que te quiero 80 veces al día,
sonreír mientras me acerco a tu boca
y sentir que se me acaba el aire cuando me tocas.
Miles de veces he dicho que yo no volvería,
pero sé que si tú
quisieras despertarte a mi lado
tendrían que amarrarme para no volver.
miércoles, 6 de enero de 2021
Hoy te sentí.
Esta mañana me vino a la cabeza
tu sonrisa.
No cualquiera.
Una en concreto.
Hoy te vi sonriendo,
la primera vez que te hable de algo
con ilusión.
Hoy te vi mirarme en mis recuerdos
como quién mira una obra de arte.
Hoy en mi memoria alargaste el brazo
y me acariciaste la mejilla.
Hoy te sentí.
Y dejé de entender todo
lo que me intenté explicar día tras día
desde que decidiste no quererme más.